Historias de: Cualquiera sabe dedonde Nº1

Las señoras

saben cosas.

Nos encontrábamos mercenando tortilla de patatas

producida por el chef de mentira, el que no tiene ni

idea, pero sabe mucho, al menos de como hacer la

misma tortilla continuamente, al menos eso decían

las novias de sus amigos cocineros, o al menos eso

dicen, que son cocineros, aunque tampoco lo

desmentiría, ya que lo he visto haciendo huevos

con papas y cebolla, la comida el hijo puta, a día de

hoy, cualquiera es cocinero, eso digo yo, que soy el

cocinero de hoy, el de las tortillas, que solo sabe hacer

las tortillas de la misma manera.

En realidad solo era un hombre que trabajaba en un

ballenero, o al menos dice la señora que vive en esta casa

aunque en realidad vive de la nada, no es ballenero, es un

simple drogadicto amigo de la que vive con ella, aunque nunca

esta aquí, cosas que ocurren, al final acabas metiendo a un

actor de teatro haciendo tortillas de papa en tu casa, cosas

que ocurren los domingos, el día del señor, o al menos eso

pone en la biblia, aunque nadie la ha leído (mientras la señora

no para de insultar y mentar al mal nacido que ha hecho las

tortillas, me queda poco tiempo para que mis amigos se lleven su

bici) no se, yo no la he leído, y si yo no lo he hecho, nadie tampoco

que demonios, el mundo no es como es.

A lo que iba, que el vino dulce esta muy bueno, a la señora

de esta casa le encanta, llevo viviendo con ella cierto tiempo

por que le traigo vino, que esta muy bueno, lo que no sabe es

que se lo apunto en la cuenta, y que mis amigos están debajo

con todo tipos de artilugios para robarle la bici, a base de vino dulce.

Pero al final llego el día, solo quedaba para hacer una tortilla

de papas, y mis amigos pendían de un hilo de la cadena, era su

vigesimocuarto serrucho, y no nos quedaban mas, y tenia que hacerlo

rápido, sigiloso, y delicioso (al menos era aquel chef que blablá

vuelva al primer párrafo) tenia demasiada prisa, muchísima, y total

la señora, que arrastraba mucha hambruna, me dijo: tu echa las papa

en la freidora que se fríen corriendo. Dios mio, que tragedia, como iba

yo, el chef (el del primer párrafo) iba a sacrificar mis sagradas papas

en un freidora de pescado, total, no había mas que hablar, y decidí

sacrificar mi honor en la bandeja de la freidora.

Tal como dijo, las patatas comenzaron a correr en la freidora de un

lado a otro, sin parar agonizar y chillar. Las lágrimas corrían por mis

mejillas viendo que había tirado toda mi carrera como el chef (el del

primer párrafo) en una freidora.

La señora y su mantenida comieron, me lleve la bici al fin, la cual

la perdió mi hermano al poco tiempo, y al final perdí toda mi carrera

como tortillero.

La señora desde hacia semanas sabia lo de la bici y mis

intenciones, conseguí una bici efímera y perdí toda mi carrera de chef

del primer párrafo por echar cuenta a una señora de no menos de 80

años.

Moraleja: No cometas el mismo error, di si a las papas en perol.

Escrito por: Retrete

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