No sabía por donde empezar, así que preguntó a todos los catalanes ke fue viendo a medida ke pasaba la navidad y se deprimió cuando ya no le kedaban sábanas limpias.
La depresión del kaimán fue tan grande ke se konvirtió en un reloj de arena sin escrúpulos, metafóricamente hablando, que luchó en la segunda guerra mundial, pero contra los aliens. Ganó, y gracias a ello hoy no hay aliens, pero mañana, ke es jueves, kualkiera sabe.
Con el mundo sin aliens, las sandalias talla 41 ya no tenían razón para vivir (anterior reloj de arena), así que alkiló un coche y se fue a las vegas donde pasó el resto de sus días como faisán publicista para la revista "faisanes ex-relojes de arena-ex-caimanes por el mundo-cloaca". No tuvo éxito, ya ke la revista estaba eskrita mediante baile dramátiko y la gente, ke es muy inkulta no la entendió, excepto los gafapastas, ke lo entendían perfectamente, pero otra kosa ke no es lo ke el autor kería transmitir.
Por otra parte, el resto de la humanidad estaba aterrorizada ante la inminente explosión de un reactor de fusión (no de fisión). El miedo les hizo montar guetos donde jugaban a lanzar mesas del ikea de 5€ contra leopardos mutilados, deporte olímpico en aquella época. La tierra ganó las olimpiadas ese semestre contra la confederación de sindrome premenstrual de omicron-persei 1, las cuales iban enormemente preparadas con llantos prefabricados para dar pena a los jueces, pero de otro juego. Y al final tenía todo el grupo mucho nivel y con tantos puntos de vida tardaron 5 años en suicidarse a base hacerse largos en volcanes rellenos de lava.
Al explotar el reactor sólo sobrevivieron los franceses, debido a su protección natural kontra las temperaturas por encima de los 2 millones de grados kelvin por no lavarse nunka, kon lo ke el mundo era un descampao lleno sólo de keso, vino, marikones y putas.
He ido escribiendo lo ke el sueño me dictaba.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario